El Chorro de Quevedo es uno de los iconos de la historia de Bogotá. Es el lugar de encuentro entre el pasado prehispánico y el mito fundacional de ciudad.
Para conocer la historia y los inicios de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, uno de los lugares obligados para visitar es el Chorro de Quevedo, ubicado en el centro fundacional de la ciudad, en la localidad de La Candelaria. Un lugar rodeado por casonas de arquitectura española de la época colonial.
En este icónico lugar de calles estrechas y de caminos empedrados, ofrece la oportunidad de conocer y repasar el proceso de fundación y creación de la ciudad. Hay teorías sobre que el ‘Chorro’ fue el sitio en el que Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la a Santafé, hoy Bogotá. Sin embargo, algunos historiadores discrepan.
«A principios de los años ochenta el Chorro de Quevedo era una plazuela bastante austera de paredes blancas, con un aspecto casi desolado. Tan solo una pila de piedra puesta en 1968 rompía su particular monotonía. Su población flotante era bastante escasa, los vecinos se conocían entre sí y casi ninguna tienda se encontraba a su alrededor», relata el historiador del Archivo de Bogotá, Luis Alfredo Barón Leal.
Durante la fundación de Santafé, hoy Bogotá, por el español Gonzalo Jiménez de Quesada en 1538, el Chorro de Quevedo fue escogido como punto inicial para la traza urbana de la ciudad. Este hecho histórico marcó el comienzo de la construcción de la ciudad colonial y estableció al Chorro de Quevedo como un lugar fundamental en la historia de capital de Colombia.
En épocas más contemporáneas, el lugar se convirtió en un centro cultural y bohemio de la ciudad. Durante el siglo XX, fue un punto de encuentro para artistas, poetas y músicos que contribuyeron a forjar la identidad cultural de Bogotá. Este legado cultural y artístico continúa vivo en el lugar, que sigue siendo un espacio para las expresiones culturales de la ciudad.
En la actualidad el Chorro de Quevedo es un lugar de encuentro, música, palabra e historia viva. – Foto: Alcaldía de Bogotá.
La edificación de este lugar durante la colonia y fundación de Bogotá, se dio principalmente como asentamiento militar. Este campamento militar fue llamado Nuestra Señora de la Esperanza.
Esta teoría del Chorro como lugar de asentamiento militar y no como lugar de fundación, fue planteada por el historiador y arquitecto Carlos Martínez en 1976, basándose en investigaciones realizadas por Juan Friede, quien había cuestionado al 6 de agosto de 1538 como fecha de fundación de la ciudad.
Chorro de Quevedo. – Foto: Archivo de Bogotá.
«Uno de estos asentamientos fue al parecer Thibsaquillo («tierra de descanso» en chibcha) que estaba ubicado donde hoy está el Chorro de Quevedo y que en tiempos coloniales se llamó Pueblo Viejo y de donde proviene la palabra Teusaquillo. Fue este lugar el escogido por Jiménez de Quesada para asentar su tropa mientras volvía a España a dar cuenta de las tierras conquistadas. La razón para escoger el sitio era el de ser un lugar alto, protegido contra ataques de los indios y desde el cual se dominaba la sabana,», narra el historiador Luis Alfredo Barón Leal.
Los visitantes al Chorro de Quevedo, pueden apreciar arte urbano, grafiti y otras expresiones muralistas que han transformado este lugar en una galería a cielo abierto, llena de colores, técnicas e historia.
Muralismo y grafiti en los estrechas calles del Chorro de Quevedo. – Foto: IDT y Visit Bogotá.
«El Chorro de Quevedo fue un lugar de frontera entre la “ciudad española” y “la ciudad indígena”. Hacia el costado suroccidental de la plazoleta se encuentra la ciudad de la traza en damero, la del orden español con vías equidistantes, el lugar donde residían los ciudadanos, la que fue levantada en planos. Y hacia el costado nororiental de la plazoleta, al otro lado de la ahora canalizada quebrada de San Bruno, donde la traza urbana española no existe, se pierde y parece desvanecerse en la topografía que dio como resultado calles retorcidas y asimétricas, se encuentra la “ciudad” indígena que nunca referenció un plano antiguo y al que los españoles llamaron “Pueblo Viejo”», explica el historiador Barón Leal.
Plaza o plazoleta del Chorro de Quevedo. – Foto: Alcaldía de Bogotá y IDT.
El Chorro de Quevedo se encuentra en el corazón del barrio La Candelaria. Puedes llegar en TransMilenioy bajarte en la estación Museo del Oro y caminar unas pocas cuadras en dirección a los cerros orientales, hasta llegar a la carrera Segunda. Ahí encontrarás este gran destino.
Conoce en el siguiente video, parte de los lugares más icónicos de la ciudad, sus comidas, sus planes culturales, sus atracciones y paisajes naturales. La capital de Colombia está ubicada a 2.600 metros de altura del nivel del mar. Conoce este abre bocas y agéndate para visitar nuestra ciudad, ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’:
En la actualidad el Chorro de Quevedo es un lugar de encuentro, música, palabra e historia viva. – Foto: Alcaldía de Bogotá.
Plaza o plazoleta del Chorro de Quevedo. – Foto: Alcaldía de Bogotá y IDT.
