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En el juego como en la vida, hay que apostar siempre a ganar

Como es costumbre desde 1988, cada dos años los Juegos Nacionales Deportivos de Servidores Públicos, se celebran con apoyo de CORDEMO -Corporación Nacional Deportiva de Servidores Públicos- en procura del bienestar y el desarrollo armónico del ser a través del deporteel arte y la recreaciónY es que el deporte permite que el hombre se conozca más allá de sus límites y lo rete a su mejor versión, una más disciplinada y enfocada.

Dentro de las 21 modalidades de juego que participarán, se encuentra el ajedrez, considerado como un deporte mental, de alta exigencia y concentración que al igual que las otras competiciones posee un rival, aunque se dice que la competencia más fuerte es consigo mismo.

William y Gabriel y su pasión por el ajedrez

William Alberto Zapata Jaramillo, de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, participa desde hace 10 años de los juegos y siempre ha sido una ficha clave para llevar al Distrito a la final. Sus jugadas certeras y precisas, hacen que sea el mejor jugador de la Liga de Ajedrez en los Juegos Nacionales de Servidores Públicos.

Su pasión por este deporte le ha permitido participar en diferentes torneos y viajar por toda Colombia. Su talento ha sido fruto de la disciplina y una entrega desmedida a los libros que ha devorado en su afán de entender cómo conquistar las fichas de su contendor y es que, primero se debe lograr la técnica, para dominar la estrategia.

William afirma que: “el ajedrez es como una guerra y hay que apostar siempre a ganar”. Su intuición y trayectoria le han desarrollado un sentido para comprender el juego y develar fácilmente la técnica del otro.

El disfrute por el ajedrez ha sido un ejercicio que ha podido realizar en gran parte por el apoyo de la Alcaldía de Medellín, que en búsqueda de hacer del servidor un ser completo, que logre desarrollarse en todas sus esferas le ha propiciado espacios para cultivarse.

Así lo ve William, quien dice que todo ha sido posible gracias al soporte y a la capacitación que le ha brindado la Alcaldía; por eso quiere traer nuevamente la medalla a casa, a ese segundo hogar que le ha abierto las puertas a tantas oportunidades.

Gabriel Velásquez, pertenece a la Selección de Empresas Públicas y juega al ajedrez desde los cuatro años. Lo aprendió gracias a su familia, quienes se reunían todos los fines semana a practicarlo y poco a poco fue entendiendo las jugadas y con el tiempo el porqué de estas.

Velásquez, cuenta como gracias a los Juegos Nacionales para Servidores Públicos ha podido conocer varias ciudades de Colombia, como: Yopal, Cali, Fusagasugá y Cartagena y tener la fortuna de viajar haciendo lo que más le gusta: jugar al ajedrez.

Como William y Gabriel hay cientos de funcionarios que hoy hacen parte de los equipos de las diferentes modalidades, ¿Y tú qué esperas para ser parte de los Juegos Nacionales de Servidores Públicos?

Borges y el ajedrez

A propósito del ajedrez, que mejor que citar a Borges, cuando escribió este poema, llamado Ajedrez, en honor a este gran deporte:

Poema Ajedrez. Foto: lanacion.com.ar, @BorgesJorgeL

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

Ajedrez, de Jorge Luis Borges

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y este, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?”.

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