Al galope y con paso fino se vivió la cabalgata de Caballitos de Palo en la Feria de las Flores
El sombrero acompañaba la pinta y una cuerdita conducía el caballito de palo para vivir un sueño lleno de aventuras, que son las propias de cuando se está en la etapa de niñez.
Recordar es pasar por el corazón y eso es lo que hace la Cabalgata Infantil en Caballitos de Palo, que este año llegó a su versión 23 en la Feria de las Flores de Medellín. Un escenario donde adultos y niños disfrutan en la familia de esta cultura tradicional paisa.
En el Desfile en Caballitos de Palos, muchos rocinantes nacieron, bautizados con otros nombres como: Pepe, Pablo, Caballito de Mar y Alejandro. Nombres que surgieron a gusto de las emociones de cada jinete.
📸 La segunda de Alisson en la cabalgata
Por segunda ocasión, Alisson participó de la cabalgata. Ella vino preparada con un atuendo de campesina haciendo alusión a la tradición antioqueña y vino con su caballito de palo al que bautizó “Caballito de Mar”, que con canción y todo salió a desfilar: “Caballito de Mar, me lleva a galopar, por el viento y por las olas y por el fondo del mar”.
📸 Los dos Alejandros en uno solo
Alejandro, enfundado con su sombrero y su poncho, al mejor estilo paisa, le puso por nombre a su caballo “Alejandro” y se divierte mucho con ellos. Estuvieron juntos, como uno solo, disfrutando gracias a un concurso que se ganaron en el colegio y su premio fue participar con su mamá y sus amigos en esta Cabalgata Infantil en Caballitos de Palo, que este año llega su versión XXIII.
Para José fue su primera vez en la Cabalgata. Lo que más le gustó fue el recorrido y que le regalaron el caballito al que bautizó como Pablo “Se llama así porque así se llama mi hermano. Yo lo quiero mucho y es parte de mi corazón”, expresando alegría y entusiasmo por la compañía de su hermano en el desfile.
📸 Galopando por el medio ambiente
Uno de los mensajes de esta cabalgata fue el cuidado del medio ambiente y es por eso que estos caballitos de palo fueron diseñados por sus jinetes con material reciclable como palos y plástico entre otros.
Ella (Ximena Ariza) participó con su caballito reciclado, con botellas de plástico, que decoró, pintó y que además bautizó como “Barbie”, entregando un mensaje por el cuidado del medio ambiente.
Es así como en esta versión número XXIII, fueron unos 550 niños y niñas con sus acompañantes, divirtiéndose en un recorrido lleno de color, danza, baile, música y montados en esos Caballitos de Palo, que fueron los más consentidos y queridos por sus jinetes.
Fue este un escenario familiar perfecto, que brindó la posibilidad de compartir, con parientes y amigos, donde grandes y chicos gozaron por igual, donde la magia de la niñez y de los sueños volvió a resurgir y donde esos Caballitos de Palo nos recordaron y nos enseñaron la tradición cultural de nuestra tierra y donde la imaginación de los niños y de las niñas voló en libertad, con paso fino impuesto por sus amigos émulos del gran Rocinante.