• Una encuesta realizada por la Dirección de Observatorio y Gestión del Conocimiento para la estrategia SOMOS, de la Subsecretaría de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, señala que para más del 87% de quienes participaron en esta investigación, no se debería tratar de intervenir en la orientación sexual de las personas lesbianas, gays o bisexuales.
• El 74% de las personas encuestadas señaló que, cuando conoce a una persona trans, la llama tal como se presenta o le pregunta cómo debería hacerlo.
• En el marco del mes del orgullo LGBTIQ+ se debe reflexionar sobre cómo prevenir la discriminación y evitar comportamientos problemáticos hacia las identidades diversas. 

Junio es el mes del orgullo LGBTIQ+ en varios países del mundo. Momento del año en que personas lesbianas, gay, bisexuales, trans, intersexuales y no binarias se unen para compartir la libertad de poder ser y para luchar por la superación de los prejuicios.

​​La fecha no es causalidad. Se escogió este mes para conmemorar los disturbios ocurridos en el bar Stonewall de Nueva York el 29 de junio de 1969, que impulsaron el movimiento moderno por la lucha de los derechos de los homosexuales.

En Colombia, la primera marcha del orgullo LGBTIQ+ se realizó el 28 de junio de 1982, convocada por el filósofo León Zuleta y el sociólogo Manuel Velandia. Ambos eran miembros fundadores del Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia, nacido en 1976, y que trabajó por la despenalización de la homosexualidad, que era considerada un delito según el Código Penal que regía desde 1936.

Menos estigmatización

Desde ese entonces han transcurrido 41 años con avances importantes hacia el reconocimiento de los derechos de esta población, pero el camino aún es largo. En este sentido, para la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, más allá de salir a marchar y festejar por las calles de Bogotá, es necesario reflexionar sobre cómo prevenir la discriminación y evitar comportamientos problemáticos hacia las identidades diversas.

De acuerdo con una encuesta realizada a 4 498 personas en Bogotá a finales de 2022 (con un margen de error de 1.5%) por la Dirección de Observatorio y Gestión del Conocimiento para la estrategia SOMOS, de la Subsecretaría de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, el 92% de quienes compartieron con personas de los sectores LGBTIQ+ resaltó su experiencia como positiva; y más del 87% del total de los encuestados dijo que no se debería tratar de intervenir en la orientación sexual de los seres humanos.

Si bien el 25,5% de las personas consultadas dijo que no comparte usualmente con esta población, el 74% señaló que reconoce el nombre identitario de personas trans y, cuando tiene dudas sobre cómo llamarlas, se dispone a preguntar.

“En el marco de las políticas dirigidas a la población LGBTIQ+ en Bogotá, se ha logrado aportar a la visibilización de iniciativas artísticas y culturales para que la ciudadanía tenga la oportunidad de transformar los estereotipos y los prejuicios que afectan el ejercicio de los derechos humanos. Cuando vemos, oímos, leemos y conocemos otras formas de ver el mundo, enriquecemos y matizamos nuestra realidad, lo que nos permite escuchar y conversar con la diversidad y sus particularidades”, señaló Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.

Superación de imaginarios

Con respecto a las uniones de personas del mismo sexo, más del 38% de los encuestados estuvo de acuerdo en reconocerlas como familia. Cifra que muestra un avance importante frente a este tema, así como en las expresiones de afecto (besos, abrazos, caricias y tomarse de la mano) entre la comunidad de los sectores LGBTIQ+ en el espacio público que son aceptadas por más del 25% de quienes fueron entrevistados.

Para más del 30% de los consultados es importante preguntar si los chistes sobre esta población resultan ofensivos para tratar de evitarlos. Otro aspecto que llama la atención es que a las personas encuestadas no les preocupa estar en lugares LGBTIQ+ (bares, cafés y restaurantes, entre otros). El mayor porcentaje se encuentra en la localidad de Rafael Uribe Uribe (31%), le siguen Chapinero, Tunjuelito, Barrios Unidos y Ciudad Bolívar.

A pesar de estos resultados, la encuesta confirma que aún existen imaginarios en la ciudadanía que vinculan a las personas de los sectores LGBTIQ+ con prácticas y comportamientos considerados como una amenaza para el resto de la sociedad, aún sin tener un fundamento para establecer que estas afirmaciones sean reales.

“A través del arte y la cultura seguiremos trabajando para eliminar las violencias contra las personas de los sectores sociales LGBTIQ+. Esta apuesta no solamente es por sus derechos, sino también por los derechos humanos, por la igualdad y por la reducción de las brechas en nuestra sociedad”, concluyó Valencia.

Aunque los resultados de la encuesta muestran que la ciudad ha avanzado poco a poco hacia el reconocimiento y dignificación de personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas, aún se encuentran desafíos, muchos de estos relacionados con la eliminación de aquellas formas de violencia que explícitamente se ejercen contra personas LGBTIQ+ y que también están presentes en las formas cotidianas de relacionarnos con la diferencia.

Por eso, el mayor reto que está en que cada ciudadano y ciudadana de Bogotá se permita compartir con personas LGBTIQ+ desde el respeto. Cada encuentro es una posibilidad para conocer diferentes visiones del mundo, nuevas formas de existir en la ciudad e infinidad de estrategias para el cuidado mutuo.

Una ciudad cuidadora es aquella que acoge a todas las personas que hacen parte de ella.