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El boxeador caleño ‘Speedy’ González ‘voló’ de Siloé a París y sueña con medalla olímpica y la cuota inicial para la casa de su mamá

  • Hacía 16 años que un boxeador de la región no se clasificaba a unos Juegos Olímpicos. A las justas de Beijing (en 2008) fueron Johnatan ‘Momo’ Romero y Óscar Rivas.
  • Yílmar trabajó durante muchos años en ventas ambulantes con doña Carmen Mireya, su progenitora, a quien quiere darle un techo para su tranquilidad.
  • El pugilista de la Comuna 20 lleva varios meses en Bogotá, concentrado con la selección Colombia. Su cupo fue el número 39 del país.

Santiago de Cali, 19 de marzo de 2024

Yílmar González tenía claro que eran solo cuatro combates y que parte de la cuota inicial de la casa que tanto sueña para su madre, estaba en ese último duelo frente al chino Ping Lyu, después de superar a tres adversarios en el Preolímpico de Boxeo en Milán (Italia), en la división de los 57 kilogramos.

El boxeador caleño ‘Speedy’ González ‘voló’ de Siloé a París y sueña con medalla olímpica y la cuota inicial para la casa de su mamá

Concentrado en sus golpes y haciéndole un quite a los del oriental, consiguió un inobjetable 5/0 sobre Lyu, resultado de los jueces que lo llevó directo a la ‘Ciudad Luz’ (París) como el quinto hombre en este deporte y el número 39 de Colombia, tras derrotar también a Mohammad Abu (Jordania), Jaroslaw Iwanow (Polonia) y a Tryagain Ndvelo (Namibia).

Obvio que en la vida hay que ir escalando peldaños y la cita de 2024 en las Olimpiadas de París, aparece como prioritaria para el deportista adoptado hace 24 años por Cali, tras venirse con su familia de Puerto Tejada (Cauca). “Fueron cuatro combates muy duros y gracias a mi preparación logré ganarlos”, afirmó.

Doña Carmen Mireya, su progenitora, siempre se ha dedicado a las ventas ambulantes en el Centro Comercial Cosmocentro y actualmente trabaja guiando a los pasajeros que necesiten taxi. Su primera reacción ante la noticia del cupo de Yílmar para los Juegos Olímpicos fue romper en llanto. “Mijo, yo sabía que iba a clasificar, todos los días oraba por usted, lo felicito, me siento orgullosa, lo mismo que todo el barrio”, expresó.

Al aprovechar unos cortos días de descanso de la concentración en Bogotá, lo abordamos en el coliseo El Pueblo, su escenario natural. Emocionado, respondió: “la gente de mi barrio está muy contenta, siempre me han apoyado, ahora dicen que es un orgullo para ellos; siempre voy a llevar a mi barrio presente y en lo más alto del podio”.

Dice que lo primero que se le vendrá a la cabeza cuando llegue a París será el obtener una medalla olímpica y, asimismo, lograr el sueño de comprarle una casa a su mamá. “La humildad no hay que perderla, así uno esté en lo más alto. He sido muy trabajador, siempre he ayudado a mi madre y desde niño le hice una promesa. Ahora estoy a punto de cumplirlo: darle la casa y voy a trabajar muy fuerte para lograrlo”, proyectó.

Siempre piensa en su familia

Yílmar trabajó con su mamá; luego en un parqueadero; en la construcción -que le parece muy duro-; como ‘diablito’ y varios años fue sepulturero en el Cementerio Jardines de la Aurora. Después de arreglar las fosas hasta las 2:00 de la tarde, almorzaba y salía directo para sus entrenamientos. “Con el deporte me va mucho mejor; con lo que gano puedo ayudarle a mi mamá y mantener a mis dos hijos: Taliana, de 6 años, y Yílmar Alí, que va a cumplir 5; ellos son el motor de mi vida y quienes me dan la fortaleza para continuar”, confiesa.

Vive hace 25 años en Siloé, cerca de La Bombonera. Llegó a Cali cuando tenía apenas 6 años de edad y se inició en el deporte de las ‘narices chatas’ en 2005, gracias a una invitación de su vecino Cristian Angulo, también pugilista. Fue él quien le presentó al técnico Arbey Castro y empezó el lunes siguiente.

Aunque comenzó en el fútbol, jocosamente reconoce que era muy malo. “Jugaba de delantero y hasta de arquero, era titular en la banca, me cobraban el arbitraje y ni siquiera jugaba. Así conocí el boxeo, porque cuando jugaba, desde arriba veía cuando llegaban los boxeadores al coliseo, algo que me motivó”, recuerda.

Cuenta que desde el principio el profesor Castro le vio buenas condiciones. “En los primeros tres meses me llevó a un campeonato departamental en Buenaventura y obtuve la medalla de plata; perdí contra Erick Murillo, que estaba de local. En ese torneo el ‘profe’ subió a Murillo dos kilos más y a mí me dejó en la división y, de esa forma, representamos al Valle en un Nacional, gané experiencia y me quedó gustando más el boxeo”, rememora.

Sus características y el consejo para los jóvenes

Se autocalifica como un pegador muy rápido, pensante y fuerte. “Quiero seguir trabajando duro, no ha sido fácil llegar hasta aquí, pero gracias a Dios siempre he tenido la voluntad y mentalidad para hacer bien las cosas. Mi diferencia con los demás es la disciplina, la humildad y ser buena persona. Me queda prepararme con más intensidad e ir a buscar mi medalla olímpica”, argumenta.

El ‘profe’ Arbey Castro ha significado mucho en su carrera. “Es un hombre que me ha enseñado muchos valores; me enseñó a andar por el camino correcto, que el boxeo no era para hacerlo en las calles sino en el ring, como un trabajo. Me ha enseñado muchas cosas y lo que soy es gracias a él”, reconoce.

Castro, por su parte, dijo sentirse muy orgulloso y asegura que este logro significa una alegría para Cali y el Valle del Cauca. “Gracias a todos los entrenadores y deportistas, al igual que a la familia de Yílmar. Es un boxeador que tiene una esgrima para trabajar en las tres distancias, la larga, media y corta. Es muy inteligente, táctico y sabe cuándo cambiarle una acción a su oponente sobre la marcha. Ha sido consciente de su preparación en lo físico y técnico”, describió.

Sobre lo que le enseñó, sostiene: “él es derecho, pero aprendió a boxear zurdo, de tal manera que nadie duda que es zurdo; con su trabajo táctico embolata hasta al duende”.

‘Speedy’ tiene un mensaje para los muchachos de Siloé y la Comuna 20, que viven muy cerca del coliseo El Pueblo. “A la juventud le digo que salgan de los caminos incorrectos, entren al deporte y sigan soñando. Cada que se les cierra una puerta no desfallezcan, ya que se les abrirán otras y el sueño que anhelan se les va a cumplir. Dejen las drogas, las armas y busquen el deporte”, aconseja.

A la Administración Distrital que lidera el alcalde Alejandro Eder, le envió un mensaje: “Muy agradecido con la labor que están haciendo; no desamparen a los ancianos y sigan apostando para que la juventud mejore por medio del deporte”.

‘Speedy’ mira el ring a la velocidad de la luz y confiesa lo que llevará en su maleta a París. “La llenaré de esperanza y muchas ilusiones. Voy a hacer una buena presentación y con el favor de Dios, conseguiré una medalla olímpica para alcanzar el sueño de tener una casa y darle una gran alegría a mi país”, anhela.

Es buen salsero, toca el güiro y la campana, pero toda la semana se acuesta temprano, máximo a las 10:00 de la noche, ya que para los entrenamientos con la selección Colombia debe levantarse a las 5:00 de la mañana.

Para recordar…
Desde los Juegos Olímpicos de Beijing (China 2008), el Valle del Cauca no tenía un boxeador clasificado a estas justas. Ese año lo hicieron Johnatan ‘Momo’ Romero y Óscar Rivas.

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