¿Por qué Medellín es llamada La Ciudad de la Eterna Primavera?
La “Ciudad de la Eterna Primavera” es un apelativo fantástico que remite a una metáfora lumínica, clara y amorosa, que invita a disfrutar de un aroma, de un valle, de una revelación en el aire en las coordenadas de un lugar mítico en Colombia llamado Medellín, en honor a un viejo topónimo de avanzada romana.
La ciudad está ubicada al noroccidente de Colombia, en estribaciones de la cordillera central del país. Tiene una altitud media de 1.495 metros sobre el nivel del mar y su clima promedio es de unos 24º Centígrados.
Y fue eso, de acuerdo con los cronistas, lo que le dio el apodo a Medellín, el cual le fue impuesto por el Barón alemán Alexander Von Humboldt, quien la nombró así: La Ciudad de la Eterna Primavera, por el clima agradable que mantiene todo el año.
En Colombia no existe una sucesión de estaciones y de momentos climáticos como sí se conoce en otros hemisferios. El apellido de la “Eterna Primavera” se deriva de la sensación térmica que se experimenta en el valle, que oscila entre los 23°C y los 27°C, lo que se traduce en un ambiente soleado, luminoso, agradable y benigno con los pulmones humanos.
Pero lo primaveral hace también honor al despertar vegetal y a la intersección entre el invierno y el verano, en el que se despliega la acción biológica de la vida botánica que implica floración, desarrollo y crecimiento y por ello, el término se relaciona siempre con juventud, belleza y energía.
¿Qué se puede hacer en Medellín?
Sin ir muy lejos, Medellín es famosa por su actividad comercial, gastronómica, bancaria, cultural y turística. El entretenimiento está a la orden del día y su actividad en las siembras de flores en el corregimiento Santa Elena es mundialmente reconocida…de allí que “Medellín, la Ciudad de la Eterna Primavera”, es tanto como hablar de un jardín florecido y de una tierra fecunda, que facilita dicho prosperar.
El delicioso clima se complementa con una geografía privilegiada, en la que se pueden visitar míticos cerros tutelares, como lo son -el Nutibara y el Volador- en los que se han hallado milenarios vestigios indígenas.
A lo anterior se añade un toque de historia con la arquitectura colonial y los recorridos patrimoniales por las casas del barrio Prado Centro, al igual que experiencias al aire libre, como el caso de recorrer la carrera Junín -tal vez la más famosa del Centro de la ciudad que incluso dio lugar al término “Juniniar”, refiriéndose a hacer un recorrido por esta vía- o ir a la carrera 70, al parque de los Deseos o al de Pies Descalzos, sumados al encanto de muchos de sus barrios como Manrique, El Poblado o San Javier en la comuna 13.
La ruta del arte y espacios públicos
Diferentes rutas conectan la cultura y el arte en “la Ciudad de la Eterna Primavera” con eventos como el Festival Internacional del Tango o la Feria de las Flores, este último el máximo certamen de la ciudad.
Están también los recorridos por la plaza Botero o por el Jardín Botánico, las visitas al Museo de Arte Moderno de Medellín o al Museo de Antioquia. Quienes nos visitan se deleitan en espacios como el parque Lleras, la zona rosa de El Poblado o el Graffitour en la comuna 13 o visitan el parque Explora o el Planetario, ubicados estos dos últimos en la zona norte de la ciudad.
Teatros como el Matacandelas, el Metropolitano o el Pablo Tobón Uribe ofrecen permanentemente actividad cultural para todos los gustos, los cuales se complementan con otros lugares de esparcimiento como los centros comerciales, entre los que destacan El Tesoro o los clásicos como el Villanueva o algunos más novedosos como Oviedo o Santa Fe. Allí la magia de los cines o sus terrazas de comidas, atrapan al viajero.
Gastronomía en Medellín: sabores que florecen todo el año
Medellín es siempre un banquete para propios y extraños. Aquí se encuentra desde un delicioso Mondongo, pasando por un suculento Sancocho hasta llegar a la insigne Bandeja Paisa; aunque también es posible deleitarse con comida vegana o dulce, platos internacionales, manjares y postres de todos los colores y sabores que son confeccionados o cocinados en cualquier esquina, panadería o restaurante.
El emblema gastronómico propio de los medellinenses lo configura la Bandeja Paisa: un plato compuesto de arroz, carne molida, chicharrón, arepa, fríjoles, chorizo, aguacate y ensalada que dibuja la tradición alimenticia de quienes habitan en esta zona del país; un plato que por sus nutrientes y contenido se considera que fue vital en la alimentación -y lo sigue siendo- y que ayudó a sostener las extensas jornadas con las que se pobló la montaña y se transformó el paisaje empinado por parte de los viejos arrieros que antaño -a pie a lomo de mula o a caballo- buscaron nuevos horizontes y oportunidades.
Hoy por hoy, el machete y el azadón siguen siendo parte de la tradición campesina de los campesinos que viven en las cercanas zonas rurales de la ciudad, pero también se ha cedido a una nueva concepción de ciudad sostenible: una Medellín comprometida con el medio ambiente y con la calidad de vida de sus habitantes.
La hospitalidad paisa en La Ciudad de la Eterna Primavera
La magia de la eterna primavera se descubre también más allá de los atractivos turísticos de Medellín, pues somos y hemos sido epicentro de eventos de talla mundial: Colombiamoda, Fiesta del Libro y la Cultura, la Asamblea General de la OEA, el Encuentro Mundial de Ciudades y Alcaldes, la Conferencia Internacional de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO, Expoartesano, la Fire Expo Latam, la AMWC Latin América entre muchas más, que hacen de este territorio un espacio realmente privilegiado y a la vanguardia.
Esto se complementa con los alumbrados decembrinos en la zona del río Medellín, considerados de los mejores del país; el Parque Arví, el Pueblito Paisa, el Tranvía, el Metrocable, el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, el Estadio Atanasio Girardot, la Casa Gardeliana, el Juan Pablo II, la Universidad de Antioquia, Piedras Blancas, Parques del Río, entre muchos otros lugares más, que fungen como atractivos turísticos que siempre invocarán a los ciudadanos del mundo.
Cabe destacar que la hospitalidad paisa siempre es funcional a sus visitantes y a los lugares visitados, pues se refleja con amabilidad, con una sonrisa, con un buen servicio y con una disposición a la ayuda, a brindar información de manera desinteresada.
La noción de “Eterna Primavera” entonces, agrupa varios conceptos: el clima, el florecimiento, la geografía, el turismo, la gastronomía, los atractivos, el arte, la cultura, los eventos internacionales y, en fin, todo el acervo viviente que es capaz de irrigar a un vasto número de habitantes en el Valle de Aburrá.
Es esta una ciudad que siempre está pensando en innovar y ofrecer lo mejor de sí a sus habitantes y a quienes la visitan de Colombia o desde cualquier parte del planeta, al punto que recientemente, de acuerdo con un ranking realizado por el medio de comunicación norteamericano Time Magazine, Medellín es la tercera mejor ciudad del mundo para visitar.
¡Bienvenidos a la Ciudad de la Eterna Primavera!